Sobre el
LIP UC

El Laboratorio de Innovación Pública UC (LIP) es una iniciativa interdisciplinaria de la Pontificia Universidad Católica de Chile, liderada por el Centro de Políticas Públicas y la Escuela de Diseño, que aborda problemas públicos complejos, diseñando y piloteando soluciones innovadoras y sustentables, basadas en la evidencia y en la experiencia de las personas.

Utilizamos metodologías mixtas, centradas en el usuario, para desarrollar soluciones sustentables, legitimadas y factibles de implementar y escalar.

Principios

  • Diseños basados en procesos rigurosos de investigación cualitativa y cuantitativa, centrada en las personas, que permitan la toma de decisiones basada en la evidencia y la experiencia.

  • Trabajo colaborativo - presencial o remoto - que permite deliberar y crear soluciones a partir del intercambio entre personas.

  • Diseño y pilotaje basado en el reconocimiento del rol que desempeñan las personas en la producción de un servicio, incorporando sus intereses, necesidades, comportamientos y perfiles diversos.

 

Metodo
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logía

 

El LIP transforma la evidencia y la experiencia en procesos de innovación pública. Combinando herramientas de las ciencias sociales, la ingeniería, el diseño y la gestión pública, se lleva a cabo un riguroso trabajo interdisciplinario que vincula a las organizaciones, las personas y el entorno en el desarrollo de propuestas con sentido de realidad, sustentables, efectivas y eficientes. Las principales áreas de interés del Laboratorio son los sistemas y servicios con fines públicos, con especial énfasis en el pilotaje y escalamiento de las iniciativas y la gestión del aprendizaje asociado.

La metodología LIP UC se basa en el Doble Diamante creado por el Design Council, añadiendo un tercer diamante que permite poner énfasis en la etapa de implementación y escalamiento. La figura del diamante representa un proceso que valora la divergencia y convergencia del pensamiento a lo largo del ciclo de diseño y la naturaleza iterativa del desarrollo de soluciones. El trabajo del LIP se basa en la deliberación y la co-creación buscando siempre nuevas formas de diálogo y colaboración.

El trabajo se organiza en torno a seis etapas:

Proceso

 
  • En esta etapa se lleva a cabo un riguroso proceso de investigación cualitativo y cuantitativo que permite analizar los problemas y las oportunidades de manera integral. El análisis bibliográfico, de referentes y antecedentes se combina con la exploración de tendencias y la etnografía generando conocimiento que permite la toma de decisiones basada en la evidencia y la experiencia.

  • En base a los resultados de la etapa anterior se cuestiona el problema u oportunidad identificado preliminarmente, redefiniendo de forma colaborativa el objetivo y valor público de una intervención. La co-construcción con los actores involucrados directa e indirectamente permite desarrollar una propuesta que pone énfasis en atributos, valores y prioridades compartidos. Los avances se traducen en prototipos accesibles que permiten interactuar desde la diversidad.

  • El trabajo colaborativo construye, mediante la deliberación, soluciones a partir del intercambio entre personas. Se desarrollan prototipos que permiten iterar ideas, complejizando progresivamente las propuestas a través de la gestión del aprendizaje. El testeo ágil y constante aborda la incertidumbre, perfeccionando soluciones y abriendo espacio para nuevas preguntas, reduciendo la incertidumbre asociada a una futura implementación.

  • En esta fase se diseña la propuesta en detalle, creando una solución beta abierta al cambio. Se diseña un piloto implementable, incluyendo protocolos, procesos y soportes detallados. Se crean estrategias para gestionar la comunicación, el cambio y el aprendizaje durante la implementación, incluyendo indicadores que permitan medir el desempeño respecto del desafío abordado.

  • En esta etapa se implementa y testea la solución diseñada. Se involucra en la ejecución a la mayor cantidad posible de actores directos e indirectos tanto en la ejecución como en la reflexión sobre el proceso. El despliegue en la práctica de la solución permite validar el diseño del proyecto e identificar los aspectos que se deben ajustar y adaptar para el escalamiento. Se despliegan las estrategias de comunicación, gestión del cambio y gestión del aprendizaje, a través de la creación de espacios dedicados, canales de comunicación bidireccionales y el establecimiento de un lenguaje común para el intercambio de ideas. Se miden y se da seguimiento a indicadores cuantitativos y cualitativos, así como también se sistematizan las consecuencias esperadas e inesperadas de la intervención.

  • Esta etapa consiste en integrar la solución a las estructuras organizacionales permanentes, asegurando su despliegue operativo a gran escala. Implica definir las adecuaciones necesarias para hacer las iniciativas pertinentes a realidades diversas y complejas, considerando mecanismos de adaptación y retroalimentación constantes que contribuyan a la sostenibilidad de las iniciativas. El escalamiento puede darse dentro de organizaciones públicas, privadas o del tercer sector, y contempla mecanismos para la co-evaluación de las iniciativas y la retroalimentación de procesos futuros.

 

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